Antes de comenzar esta nota, es importante entender el significado del cambio climático, así como su importancia. La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) lo define como: “Cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera global y que se suma a la variabilidad natural del clima observada durante períodos de tiempo comparables”, es decir, el cambio que existe en la variación del clima y la variabilidad de sus propiedades, que persiste durante largos períodos de tiempo, generalmente decenios o períodos más largos (1).
Es importante mencionar que, si bien existe una variabilidad natural en el clima, el cambio climático es acelerado e influenciado por las actividades humanas, además, ambos procesos climáticos están fuertemente relacionados y afectados por los gases de efecto invernadero, los cuales “atrapan” el calor y aumentan la temperatura del planeta.
Existen varias evidencias que denotan que el cambio climático es un rotundo hecho, entre ellas se encuentran:
*Aumento en la temperatura de la atmósfera, océanos y tierra.
*Aumento del promedio mundial en el nivel del mar
*Derretimiento de glaciares
*Calentamiento y acidificación de océanos (2)
Como consecuencia, el cambio climático es responsable de:
- Cambios extremos, tales como olas de calor, fuertes precipitaciones, sequías y ciclones tropicales
- Inseguridad alimentaria y una reducida seguridad de agua.
- Pérdidas irreversibles en ecosistemas terrestres, de agua dulce, costeros y de mar abierto, así como en la criósfera.
- Pérdida de la biodiversidad.
- Cambios hidrológicos, entre otros. (2)
Ahora bien, para entender las extremas oleadas de calor que estamos viviendo, es necesario recordar que, como explicamos anteriormente, la Tierra por sí sola contribuye a la variabilidad climática por causas naturales. Entonces, ¿por qué la Tierra contribuiría con estos procesos aún sin la existencia del ser humano? La respuesta sencilla a esta pregunta es: para regular la cantidad de energía proveniente de la radiación solar con la que dispone y, de esta manera, poder emanarla al exterior del globo terráqueo. Los gases de efecto invernadero (de manera natural), permiten que exista una temperatura adecuada para la vida como la conocemos actualmente; esto sucede debido a que dichos gases absorben la energía en forma de calor (3). Es importante mencionar que cualquier cambio en el Sistema-Clima de la Tierra que afecte cuánta energía entre o salga, modificará su “equilibrio energético” (equilibrio radiativo), lo cual resultará en que las temperaturas aumenten o desciendan. (3)
Existen varios procesos naturales que hacen que la Tierra aumente de temperatura, tres de ellos son: Cambios en la radiación solar; al existir una mayor cantidad de energía proveniente del Sol, la Tierra aumenta su temperatura para poder disiparlos, también existen pequeñas variaciones orbitales que ocurren cada miles de años (ciclos de Milanković), (3) y algunos otros procesos naturales cuya escala de tiempo es menor, por ejemplo, el fenómeno “El niño”, el cual sucede entre cada dos y siete años aproximadamente. (4)
Entendiendo el efecto “El niño” y su relación con las recientes temperaturas:
El Niño/Oscilación del Sur (ENOS) es un fenómeno natural causado por la variación de las temperaturas del océano en la parte central y oriental del Pacífico ecuatorial, asociada a cambios en la atmósfera (5). Este fenómeno oceánico está asociado a cierta fluctuación de un patrón global de presiones en la superficie tropical y subtropical (2) y tiene consecuencias importantes en el clima alrededor del planeta (4), debido a que este fenómeno afecta algunas variables climáticas como la temperatura superficial del mar, las corrientes marinas, el nivel del mar, los patrones de viento, la presión atmosférica y de precipitación en el Pacífico tropical. Sus efectos influyen en el clima de toda la región del Pacífico y de muchas otras partes del mundo mediante teleconexiones en toda la extensión del planeta. (2, 4)
La fase cálida “El niño” se da cuando hay un incremento en la Temperatura Superficial del Mar (TSM) en el Pacífico tropical; por otro lado, cuando hay reducciones de la TSM, se observa la fase fría del evento, “La niña” (4).
Así, esta fluctuación en la atmosfera-océano crea un aumento en la temperatura de la Tierra de manera natural; sin embargo, estas temperaturas se han visto mayormente aumentadas conforme al cambio climático, ello debido al aumento exponencial de gases de efecto invernadero que, como se mencionó al principio de esta nota, “atrapan” una mayor cantidad de energía y, como consecuencia, aumenta también la temperatura del planeta; por lo tanto, entre mayor es la cantidad de estos gases, mayor será la radiación absorbida en forma de calor. Además de los gases de efecto invernadero, actividades antropogénicas como el cambio de uso de suelo (deforestación) cambian la manera en la que la superficie refleja y absorbe la energía solar, aumentando así la concentración atmosférica de estos gases. (3)
Como conclusión, aunque el fenómeno de “El niño” naturalmente aumente la temperatura global, la sinergia con el cambio climático debido a la actividad humana, eleva en mayor medida el calentamiento global. Por lo tanto, es de vital importancia tomar acciones inmediatas que permitan reducir la huella antropogénica. Eventos como este periodo tan intenso en la sensación térmica, deberían de llamarnos la suficiente atención para realizar cambios significativos. Petteri Taalaas, secretario general de Organización Meteorológica Mundial (OMM) menciona que “Lo más probable es que el desarrollo de El Niño provoque un nuevo repunte del calentamiento global y aumente las posibilidades de batir récords de temperatura».
La culpa no es del Niño, sino nuestra. El cambio climático es un hecho, ¿Qué estamos haciendo nosotros para frenarlo?
- IPCC, 2018: Anexo I: Glosario [Matthews J.B.R. (ed.)]. En: Calentamiento global de 1,5 °C, Informe especial del IPCC sobre los impactos del calentamiento global de 1,5 ºC con respecto a los niveles preindustriales y las trayectorias correspondientes que deberían seguir las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, en el contexto del reforzamiento de la respuesta mundial a la amenaza del cambio climático, el desarrollo sostenible y los esfuerzos por erradicar la pobreza [Masson-Delmotte V., P. Zhai, H.-O. Pörtner, D. Roberts, J. Skea, P.R. Shukla, A. Pirani, W. Moufouma-Okia, C. Péan, R. Pidcock, S. Connors, J.B.R. Matthews, Y. Chen, X. Zhou, M.I. Gomis, E. Lonnoy, T. Maycock, M. Tignor y T. Waterfield (eds.)]. . [Consultado 19/06/2023] . Disponible en: URL: https://www.ipcc.ch/site/assets/uploads/sites/2/2019/10/SR15_Glossary_spanish.pdf
- IPCC, 2023: Resumen del IPCC para Responsables de Políticas. En: Cambio Climático 2023. Reporte de síntesis.Un reporte del panel intergubernamental de expertos sobre el Cambio climático. Contribución de los grupos de trabajo I, II y III del sexto reporte del panel intergubernamental de cambio Climático [Core Writing Team, H. Lee and J. Romero (eds.)]. IPCC, Geneva, Switzerland, 36 pages. (en impresión). [Consultado 19/06/2023] Disponible en: URL: https://www.ipcc.ch/report/ar6/syr/downloads/report/IPCC_AR6_SYR_SPM.pdf
- NASA Earth Observatory, 2009. Climate and Earth’s Energy Budget. Rebecca Linsday. Disponible en: URL: https://earthobservatory.nasa.gov/features/EnergyBalance
- CIIFEN. Centro Internacional para la Investigación del Fenómeno de El Niño. El niño oscilación del sur. [Consultado 19/06/2023] Disponible en: URL: https://ciifen.org/el-nino-oscilacion-del-sur/
- Organización Meteorológica Mundial, 2014. El Niño/ Oscilación del Sur. [Consultado 19/06/2023]. Disponible en: URL: https://library.wmo.int/doc_num.php?explnum_id=7889

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